Serán médicos con una visión integradora de las diferentes áreas del saber. Con sólida formación ética. Responsables de su propio aprendizaje y comprometidos con el perfeccionamiento permanente.
Preparados para la resolución de problemas y la toma de decisiones con respaldo científico. Dinámicos, inquisitivos, analíticos, críticos, creativos y motivados en su futuro quehacer, en la investigación y la extensión.
Capacitados para adaptarse a los cambios epidemiológicos, científicos y tecnológicos. Capaces de contribuir en forma óptima a las acciones de promoción, prevención, fomento y recuperación de la salud del individuo y la comunidad.
Con sólidos conocimientos de gestión en salud y de los aspectos legales involucrados en su práctica profesional.
Con visión de trabajo en equipo y de integración multidisciplinaria. Con herramientas necesarias para el desarrollo personal, para el liderazgo, para ejercer en los niveles primario y secundario de atención de salud del país y para continuar con estudios de postgrado en las más diversas especialidades médicas.
Para alcanzar su objetivo la carrera de Medicina cuenta con un plan curricular innovador, cuyos pilares básicos son:
Una enseñanza con un núcleo central de contenidos, con énfasis en el entrenamiento práctico y en la adquisición de competencias, habilidades y destrezas propias de la profesión, así como en el desarrollo de aspectos humanísticos, éticos y de investigación, focalizado en la atención primaria y hacia la comunidad.
Una enseñanza centrada en el estudiante, para que asuma la responsabilidad de su propio aprendizaje, se comprometa con el aprendizaje a largo plazo y se adapte a los cambios.
Una enseñanza integrada, en base a metodología innovadora como el aprendizaje basado en la resolución de problemas para fomentar y desarrollar la capacidad de analizar, identificar y resolver los conflictos a que se verá enfrentado.
